El hotel ha acometido un importante proceso de transformación que apuesta por una imagen contemporánea y atractiva, conceptualmente centrada en el diseño como valor diferencial, en un área con una oferta hotelera abundante aunque de imagen más anticuada.
En los interiores se han actualizado tanto instalaciones como acabados, pero es el exterior del bloque de mayor volumen, con su importante presencia, el que asume simbólicamente el mensaje de cambio y rediseño del hotel. En él se han renovado integralmente las fachadas, tanto en acabados como en carpinterías y cierres. Así los desgastados acabados cerámicos, de los años 70, han sido recubiertos con amplios paneles laminados en tonos grises, metálicos y madera. Se han dispuesto nuevas carpinterías de aluminio de doble acristalamiento y control solar. Finalmente y completando el proceso, las anteriores barandillas de entramado metálico pintadas en blanco se han sustituido por un sistema con paneles de vidrio templado que refuerzan la nueva imagen de modernidad.